El Kiai es un de los ejercicios más misteriosos e importantes de las Artes Marciales esotéricas.
Las antiguas escuelas de Judo hablan del Kiai y de su poder, y en occidente su ocultimos trajo muchos adeptos. Se habla todavía, hoy en día, de un grito misterioso que puede aniquilar la voluntad de un adversario hasta desmayarlo ó al contrario, reanimarlo si está en coma.
El Kiai, el grito que mata ó el grita de vida, ¿por qué no?, del síncope a la muerte hay sólo un paso; algunos cuentos nipones hablan de hechos extraordinarios, por ejemplo: Un experto en Kiai podría fulminar unos pájaros apoyados en una rama y éstos habrían tomado vuelo otra vez después de un segundo Kiai. Un Maestro de esgrima, famoso por su Kiai, lograba hacer creer a su adversario, que estaba amenazando por varias espadas no pudiendo distinguir la verdadera; realidad ó ficción, posiblemente las dos cosas.
El Kiai existe, no cabe duda, se usa en los Katas (Kime-No-Kata), en las técnicas de reanimación (Kuatsu) y debe ser utlizado también en la vida diaria. La palabra Kiai se descompone como sigue: KI-espíritu, AI: contracción del verbo AWAZU (Unión). Entonces Kiai se puede traducir como: UNION DEL ESPIRITU. La tradición esotérica nipona le atribuye el poder de concentrar el espíritu del iniciado al punto de unirlo al del adversario y así subyugarlo.
Kiai es también considerado como la energía latente del Universo, siguiendo esta teoría, que se reúne con ciertas creencias Hindúes, la práctica del Kiai permitiríadominar este poder cósmico. Los métodos utilizados son numerosos y todos los grandes maestros del pasado los unían a su discíplina guerrera.
El Budoka que utiliza el Kiai debe relajar primero su cuerpo y su espíritu. Su cuerpo debe estar flexible, pero firme: el tronco derecho, el mentón hundido, la fuerza concentrada en el bajo vientre (TANDEM). Desplazamientos ligeros y comandados por el Tai-Sabaki (ESQUIVA). Los nervios relajados están listos a responder al primer estímulo. El espíritu, como el cuerpo, libre de preocupación, suelto, pero vigilante. A cada instante el Budoka se amolda a su contrincante al punto de estar en comunicación total y perfecta con él. Los dos cuerpos, los dos espíritus, solamente en uno. EL adversario más fuerte, es decir, el más flexible, el más rápido y el más vigilante lleva el combate; el momento donde el equilibrio se rompe, igual al rayo, sin el más mínimo pensamiento ó la más mínima duda, el movimiento se realiza y la proyección irresistible se ejecuta.
La respiración juega, un gran papel, TORI (el atacante) arremete al final de la inspiración, después de una brusca y corta exhalación y si coincide con la inspiración de UKE (el que se defiende) el efecto será aún mayor. Este estallido provoca a menudo una descarga respiratoria y nerviosa, un grito seco, poderoso, que parece salir de las entrañas de TORI. Se ha dado a menudo equivocamente, el nombre de Kiai a este grito.
En realidad, el Kiai es todo lo que precede, es la disposición física y mental que permite practicar a la perfección el TAI-SABAKI, desde el Judo hasta el TAI-CHI; es la cima de la flexibilidad y de la energía que muchas veces se ha confundido con agresividad. El Kiai es una fuerza discreta, pero poderosa, la mayoría de las veces solamente perceptible por los iniciados.
Para obtener la maestría en el dominio del Kiai, es necesario un entrenamiento metódico, no solamente a través de numerosos combates, sino sobre todo a través de una iniciación particular. Muchos campeones de artes marciales, perdieron tiempo y esfuerzo sin nunca sacar otra cosa que una buena coordinación muscular y reflejos rápidos; no logrando el Arte total. Pocos lograron descubrir la sutileza y el poder del Kiai: el vacío interior; la disponibilidad permanente que permite la acción inmediata en el momento adecuado; la premonición de los ataques y las astucias; y la manera de esquivarlos para dominarlos.
Las antiguas escuelas de Judo hablan del Kiai y de su poder, y en occidente su ocultimos trajo muchos adeptos. Se habla todavía, hoy en día, de un grito misterioso que puede aniquilar la voluntad de un adversario hasta desmayarlo ó al contrario, reanimarlo si está en coma.
El Kiai, el grito que mata ó el grita de vida, ¿por qué no?, del síncope a la muerte hay sólo un paso; algunos cuentos nipones hablan de hechos extraordinarios, por ejemplo: Un experto en Kiai podría fulminar unos pájaros apoyados en una rama y éstos habrían tomado vuelo otra vez después de un segundo Kiai. Un Maestro de esgrima, famoso por su Kiai, lograba hacer creer a su adversario, que estaba amenazando por varias espadas no pudiendo distinguir la verdadera; realidad ó ficción, posiblemente las dos cosas.
El Kiai existe, no cabe duda, se usa en los Katas (Kime-No-Kata), en las técnicas de reanimación (Kuatsu) y debe ser utlizado también en la vida diaria. La palabra Kiai se descompone como sigue: KI-espíritu, AI: contracción del verbo AWAZU (Unión). Entonces Kiai se puede traducir como: UNION DEL ESPIRITU. La tradición esotérica nipona le atribuye el poder de concentrar el espíritu del iniciado al punto de unirlo al del adversario y así subyugarlo.
Kiai es también considerado como la energía latente del Universo, siguiendo esta teoría, que se reúne con ciertas creencias Hindúes, la práctica del Kiai permitiríadominar este poder cósmico. Los métodos utilizados son numerosos y todos los grandes maestros del pasado los unían a su discíplina guerrera.
El Budoka que utiliza el Kiai debe relajar primero su cuerpo y su espíritu. Su cuerpo debe estar flexible, pero firme: el tronco derecho, el mentón hundido, la fuerza concentrada en el bajo vientre (TANDEM). Desplazamientos ligeros y comandados por el Tai-Sabaki (ESQUIVA). Los nervios relajados están listos a responder al primer estímulo. El espíritu, como el cuerpo, libre de preocupación, suelto, pero vigilante. A cada instante el Budoka se amolda a su contrincante al punto de estar en comunicación total y perfecta con él. Los dos cuerpos, los dos espíritus, solamente en uno. EL adversario más fuerte, es decir, el más flexible, el más rápido y el más vigilante lleva el combate; el momento donde el equilibrio se rompe, igual al rayo, sin el más mínimo pensamiento ó la más mínima duda, el movimiento se realiza y la proyección irresistible se ejecuta.
La respiración juega, un gran papel, TORI (el atacante) arremete al final de la inspiración, después de una brusca y corta exhalación y si coincide con la inspiración de UKE (el que se defiende) el efecto será aún mayor. Este estallido provoca a menudo una descarga respiratoria y nerviosa, un grito seco, poderoso, que parece salir de las entrañas de TORI. Se ha dado a menudo equivocamente, el nombre de Kiai a este grito.
En realidad, el Kiai es todo lo que precede, es la disposición física y mental que permite practicar a la perfección el TAI-SABAKI, desde el Judo hasta el TAI-CHI; es la cima de la flexibilidad y de la energía que muchas veces se ha confundido con agresividad. El Kiai es una fuerza discreta, pero poderosa, la mayoría de las veces solamente perceptible por los iniciados.
Para obtener la maestría en el dominio del Kiai, es necesario un entrenamiento metódico, no solamente a través de numerosos combates, sino sobre todo a través de una iniciación particular. Muchos campeones de artes marciales, perdieron tiempo y esfuerzo sin nunca sacar otra cosa que una buena coordinación muscular y reflejos rápidos; no logrando el Arte total. Pocos lograron descubrir la sutileza y el poder del Kiai: el vacío interior; la disponibilidad permanente que permite la acción inmediata en el momento adecuado; la premonición de los ataques y las astucias; y la manera de esquivarlos para dominarlos.
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